domingo, noviembre 04, 2012

Un cacho llamado Simce


Octubre y Noviembre: meses del Simce.
Estos meses en donde todos los colegios enfocan su mirada, dado que desde hace décadas se ha aplicado un examen donde se mide la calidad de educación brindada a los alumnos de educación básica y media, conforme los planes y programas que ha entregado a los colegios el Ministerio de Educación. El tema es que el objetivo del Simce hacia tiempo que perdió el rumbo, por un lado el gobierno esta aplicando el Simce por cualquier cosa y va camino a aplicarlo a todos los cursos; y por otro lado, los colegios están "adiestrando" a los alumnos para que les vaya bien, dejando de lado o seleccionando los planes destinados a enseñar a los alumnos en los cursos donde corresponde aplicar esta prueba nacional, donde los colegios ganan mucho, y los alumnos... poco y nada.
Pero no quiero profundizar en este tema. Esta columna esta orientada a mi experiencia como examinador, tarea que cumplo por vez primera y de la cual ahora me encuentro fuera del proceso... afortunadamente.
De partida, este proceso se lo adjudicó una universidad, la Federico Santa María. Para postular, dicha institución avisa que las postulaciones se llevaran a cabo vía pagina web, en donde hay que ingresar datos personales, y luego dar a conocer información en torno a nivel de conocimientos computacionales y de manejo de algún tipo de lenguaje para casos especiales. Aquí, el que no respondía según lo que la institución requiere, te deja fuera del proceso, por tanto era imperativo falsear información para poder seguir en el proceso. Hasta ahora la institución no me ha pedido ningún certificado que acredite mi conocimientos computacionales (en mi caso no me puedo quejar) ni de manejo de lenguaje de señas o algo así.
Después de modificar una y otra vez mis datos, finalmente pude ser aceptado e inscribir fecha de capacitación, para lo cual me inscribí para asistir a Los Alamos un día miércoles. Aquí comienza el drama: La institución manejaba información que la capacitación en Los Alamos se llevaría a cabo el sábado, pero eramos alrededor de 100 postulantes quienes sacrificamos tiempo para asistir a la capacitación el miércoles. A último minuto enviaron a un personero, quien solo se limito a leer la cartilla que todos los ahí presentes habíamos adquirido a través de internet y leído cómodamente en nuestras casas. De ahí a rendir un test de 26 preguntas... que también se podía rendir en casa por internet teniendo hasta 5 oportunidades en caso de fallar en cada intento, junto con un test psicológico en donde se apela al criterio común para poder aprobarlo.
Una vez que pasábamos todas estas etapas, había que esperar el proceso final de selección y el colegio asignado. Dicha información finalmente llegó a nuestras manos a solo días de la fecha de examinación, cuando se supone que esto debía informarse con 2 semanas de anticipación.
Bueno, el día del examen nos llamaron para reunirnos en el centro de distribución de materiales... en una cocinería. Por mi parte cumplí con mi deber, y si creyeron que todo había terminado ahí... el colegio manejaba información que habían adquirido a través del departamento provincial de educación que el proceso Simce se iba a llevar a cabo 2 días después de nuestra presencia en el colegio.
Por mi parte, mi tarea en el Simce se cumplió. Sólo cumplí con mi tarea en primer ciclo básico, ademas, muchos de los examinadores presentaron su renuncia por el desorden y la poca seriedad del proceso. Dudo que me llamen para seguir con el proceso de educación media porque no me inscribí para examinar dicho nivel.
En resumen, el proceso Simce 2012 fue un cacho de principio a fin. Y yo juraba que el procedimiento de forma y fondo era serio... en fin.

HASTA UNA NUEVA EDICION.