viernes, julio 12, 2013

Papeles por aquí... y por acá

Recuerdo una conversación casual que tuve con una amiga que estaba trabajando en el ingreso de información de carácter socioeconómico de los alumnos de un liceo para que instituciones vinculadas a la educación puedan brindar una serie de beneficios a aquellos alumnos de familias vulnerables. A pesar del tedioso trabajo, por la enorme cantidad de alumnos que había que ingresar a un sistema computarizado, es valorable las intenciones detrás de dicha tarea.
Hasta ahí todo bien, pero si miramos bajo la alfombra de los organismos estatales que manejan la información tuya, mía y nuestra hay algo que no me calza en lo absoluto: Esta bien que el estado a través de sus instituciones quieran conocer la realidad familiar de las personas: cuantos somos, que tenemos, que nivel intelectual poseemos, cuantos trabajan, estudian, donde vivimos, entre otras materias; pero ocurre que esta información es requerida no una, sino dos, tres, cuatro, cinco veces y mas; por diversas oficinas gubernamentales.
En Chile cada 10 años se lleva a cabo el censo, donde se formulan una serie de preguntas a cada chileno; el mismo caso ocurre para llenar la Ficha de protección social, para postular a algún subsidio estatal, créditos para financiar la educación superior, beneficios de Junaeb, Becas de estudio, atención preferencial en salud... en resumen, cada institución tiene sus propios registros socioeconómicos de cada uno de nosotros, lo cual deriva en exceso de papeleo, burocratización y pérdida innecesaria de tiempo valioso y dinero por parte del estado. ¿Se imaginan si solo se lleva a cabo un solo registro de carácter socioeconómico guardado en archivos del estado, y que sea accesible para todas las oficinas gubernamentales, para el otorgamiento de beneficios, subsidios, becas, planes de emprendimiento y de ayuda social a las familias? Creo que esto reducirían los tiempos para la postulación a los beneficios de las personas, sin tener que esperar meses para obtener alguna respuesta, mejorando la atención de las personas y redistribuiría mejor los recursos dilapidados por este lento sistema que hoy observamos.

HASTA UNA NUEVA EDICION