Hasta hace un mes el mundo no tenia pleno conocimiento de los acontecimientos bélicos acaecidos en la región del Cáucaso, los cuales han estado llevándose a cabo desde hace más de 17 años. Por la prensa hoy nos enteramos de las operaciones armadas de Rusia en territorio georgiano con el propósito de defender a los habitantes de Ossetia del Sur, pasando de ser un arbitro de este conflicto que data desde la disolución de la URSS, a desempeñar un rol activo al promover la independencia tanto de esta región como de Abkhasia, otra región con anhelos de separarse de Georgia.
Georgia ha experimentado problemas a raíz de la secesión de estas regiones, toda su historia desde el momento en que proclamo su independencia en 1991 ha estado marcada por conflictos, lo que ha significado que sus dos primeros gobiernos de Zviad Gamsajurdia y Eduard Shevardnadze acabaran en medio de graves revueltas y acusaciones de diversa índole.
Ante este escenario, Rusia promueve la independencia de estas regiones, pasando por alto el hecho que este mismo país ha estado luchando por evitar que la región rebelde de Chechenia, ubicada también en el Cáucaso consiga su autonomía plena. Internacionalmente la acción rusa ha despertado el rechazo, sin embargo Estados Unidos no esta en buen pie para exigir sanciones para condenar la intervención rusa a Georgia porque Estados Unidos actuó de la misma manera al ordenar la invasión a Irak y desoyendo la resolución acordada por el consejo de seguridad de la ONU, bajo el pretexto nunca verificado de que este país del medio oriente estaba desarrollando armas de destrucción masiva. Rusia por su parte justifica su accionar acusando a Georgia de llevar a cabo una política de exterminio de la población de Ossetia del Sur, hecho que hasta el día de hoy no ha podido demostrar a la comunidad internacional.
Si Rusia busca el reconocimiento internacional de estas regiones como estados independientes, es muy poco probable que tenga éxito porque la comunidad internacional no reconoce a estos estados surgidos por presión o golpe de fuerza que daña la soberanía de las naciones mas débiles.