Un año.

Como pasa el tiempo.
Desde el momento que la vi por vez primera, senti algo agradable en el ambiente, algo que me agrado. quizas fue un preludio mesclado con simpatia y ciertas afinidades que fuimos descubriendo mutuamente a medida que fuimos charlando amigablemente.
Desde aquel momento, mayo o junio de 2004, pasaron meses y encuentros esporadicos, hasta que llego marzo de 2005, cuando volvimos a reencontrarnos. Nos hicimos amigos, conversabamos de lo cotidiano, de nuestros estudios, de nuestros gustos comunes. A ella le gusta mucho charlar y es entretenido porque domina muchos temas y para todo tiene una opinion inteligente.
Despues vino los entrenamientos de kendo, a ella le gusto mucho practicar dicha disciplina, le fascina y siempre fue su deseo practicarlo. Dicha desicion ayudo a que nuestra amistad tornara un rumbo desconocido para ambos. Era un ritual cotidiano en que nos juntabamos para conversar antes del entrenamiento y luego, a la salida, emprendiamos juntos el camino de regreso, al menos hasta el paradero de buses, ya que ella vive en Talcahuano, y yo en Tomé.
Solo bastaron un par de semanas, para darnoes cuenta que nuestro sentimientos habian cambiado, ya no nos mirabamos como amigos, sino que algo bello habai nacido... pero habia que dejarlo salir de nuestros corazones. Dicho proceso tardo 3 dias, hasta que todo se sello con nuestro primer beso.
Desde aquel supremo minuto, ha transcurrido exactamente un año, y por mi parte, puedo manifestar a los cuatro vientos, que Steffany ha cambiado mi mundo, me ha sacado de las sombras para convertirme en un nuevo ser, y estoy muy agradecido. Cada dia te amo como nunca antes habia amado a alguien.

Hasta una nueva edición.