domingo, abril 29, 2007

De espaldas a los problemas

¿y que paso con el gobierno ciudadano?
En estas 2 semanas, las mas dificiles del gobierno, 2 temas han golpeado la mesa:
El senado rechazo una ley impulsada por el ministerio de hacienda que significaba disminuir los impuestos a las grandes empresas, pero nada dice dicha legislacion en torno a apoyar a las pymes, quienes son las que mueven la economia llevandose la gran carga de trabajo e imposiciones. Es evidente que las grandes empresas se llevan las grandes ganancias, pero el modo de operacion de estas no va de la mano con contratar trabajadores, sino que contratan a las pymes, fijando tanto los plazos y los metodos de produccion y las ganancias que estas pequeñas empresas recibiran. Si la pyme pone problemas o no le gusta el sistema impuesto, sale perjudicvada porque la gra empresa tiene cientos de pymes en su lista para contratar.... y el gobierno quiere premiar a la gran empresa por sus ganancias. Por otro lado, estas empresas crean subempresas a la cual le dan diversos giros, con la finanidad de que no se formen sindicatos ni otorgar beneficios que por ley los trabajadores puedan acceder (ley de la silla o ley de salas cunas, por nombrar algunas).
Por otra parte, lo peor llego: un maremoto ataco la zona de Aysen. en esa region se han registrado movimientos teluricos desde enero de este año, pero el gobierno fue incapaz de tomar medidas preventivas para evitar posibles perdidas humanas en un hecho que si bien era inpredecible cuando ocurrira, estaba la certeza de que algo grave venia, pero nadie actuo con vision de futuro. Ahora se lamentan las perdidas humanas, y la gente esta asumiedo que esa zona no es apta para vivir.
Nuestra realidad local en Tomé esta muy ligada a lo que aca se ha expuesto: ignorados por completo por el poder central, con empresas que hacen de las suyas, contratando y despidiendo gente y recibiendo grandes inversiones que se exponen con cada innovacion que se llevan a cabo en sus plantas y edificaciones, encabezando los rankings de cesantia y sin vislumbrar alguna idea de lo que esta pasando o pasara en el futuro. No se ve respuesta alguna mientras no suceda algo grave, y aun asi, las respuestas son tardias y llenas de vanas esperanzas. No me sorprende que las voces locales den a conocer cuan decepcionados estan de sus autoridades centrales.

Hasta una nueva edicion.

viernes, abril 13, 2007

Politica, politiqueria y demagogia II

"Quien iba a pensar, señoras y señores..." que nos estan dando la espalda.
¿Acaso el problema del Transantiago afecta solamente a los santiaguinos? ¡No señor!, las regiones tambien son victimas. Nadie garantiza que, recursos mediante, se trate de buscar solucion al problema en perjuicio a los problemas del 60% de la poblacion chilena que no vive en Santiago. Hoy hay que tan ingenuo como lo fue la presidenta al creerle a los tecnicos que aseguraron el exito de un plan de transporte que solo ayuda a que los revoltosos de siempre salgan a causar daño publico, y a arruinar la calidad de vida de las personas. ¿y las regiones? bien gracias.
Sin embargo, ¡oh, sorpresa! HAY QUE REFORMAR LA EDUCACION PARA ELIMINAR EL LUCRO DE LOS COLEGIOS PARTICUPARES SUBVENCIONADOS... ¡¡¡BRAVO!!! ¿y por que no hacer lo mismo con las AFPs y las Isapres, que devoran gran parte de las inversiones de los trabajadores que a lo largo de su vida laboral cotizan en esas empresas privadas para recibir una miserable pension, mientras los dueños de estas compañias no solo lucran, sino que se apoderan de un pequeño porcentaje que al trabajador le pertenece? ¡no seamos hipocritas!, la educacion subvencionada y particular ha mejorado, por algo sera, pero no hagan leyes que busquen destruir lo poco bueno que ofrecen los privados. No es la idea tampoco privatizar la educacion, sino que llevar a cabo una profunda reforma que derive en una educacion de calidad. Ningun alumno aprende con una subvencion de 30 mil pesos mensuales.
No basta con decir "¡esto no tiene nombre!", sino que es urgente un ¡YA BASTA!, y eso solo lo podemos manifestar cuando debamos emitir nuestro sufragio.

hasta una nueva edicion