Según lo que se enseña ala juventud en las escasas horas de Educación Cívica, uno de los elementos claves de una democracia es la participación en elecciones libre e informadas en donde todos los candidatos participan en igualdad de condiciones. ¿Usted sabe, mi estimado lector, cuantos candidatos presidenciales postularían a la presidencia? Pues los medios informativos nos tratan de convencer de que hay 2, 3 o 4. Como los demás comandos no tienen el respaldo político ni económico, los medios de prensa los pasan por alto.
Ahora, como había mencionado, tenemos numerosos apellidos en pancartas, muros y anuncios; pero no tenemos proyectos ni ideas, tal vez promesas. Lo que me genera desconfianza es el hecho de que estos personajes, en especial quienes postulan a un cargo tan importante como el de legislar, es decir, crear las leyes, llevando a cabo acciones que violan la ley que indica un período de campaña electoral establecido. ¿como voy a elegir a un transgresor de la ley? ¡es absurdo!, pero lo hacemos, desgraciadamente.
¿Se puede cambiar esto? Si la ciudadanía así lo quiere, partamos por exigir proyectos, currículum, acciones, ideas, así como los gerentes contratan a su personal. Mandemos a la basura los afiches, banderas, palomas y carteles que no dicen nada, porque o estamos eligiendo a Miss Chile, sino a aquellos que van a administrar nuestros impuestos, nuestras leyes y nuestra seguridad. Un muro pintado con propaganda electoral, ensucia.
HASTA UNA NUEVA EDICION
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