jueves, marzo 17, 2011

Los faraones islámicos en peligro de extinción


Las acciones humanas cada vez generan acciones más imprevistas. Nadie pudo imaginar que el mundo árabe iba a experimentar cambios tan grandes que desestabilizarían perpetuos gobiernos e instituciones que se veían tan firmes y duraderas.
Las sociedades se forjan por la fuerza de la costumbre. Las naciones islámicas, especialmente las del norte africano durante siglos fueron
sometidas bajo el dominio otomano. Luego los británicos sometieron dichas naciones ya sea en forma directa o respaldando a reyezuelos de palacio. Los procesos independentistas no ayudaron mucho para forjar un modelo democratizador en estas naciones: mientras algunas de estas instauraron monarquías tan débiles que la mayoría de estas cayeron por las armas, otras instauraron modelos que en el papel dibujaban un esquema republicano, pero que en los hechos promovieron gobiernos personalistas y autocráticos legitimados por medio de fraudulentas elecciones. ¿ sabían que en estos estados los presidentes se hacían reelegir una y otra vez, usando todo el aparataje estatal y minimizando las acciones de los partidos opositores? (si es que en verdad existe una oposición política, dado que la disidencia terminaba exiliada o en el peor de los casos, ocupando las cómodas habitaciones de un campo de concentración).
Por eso es verdaderamente sorprendente observar cómo en países tan lejanos como
desconocidos incluso para los mal informados trolls de internet, saber cómo una masa popular cansada de las arbitrariedades, de la desigualdad socioeconómica, de la represión; movida gracias a las redes sociales, y los mas interesante, movidas todas en común sin una cara visible que ejerciera un liderazgo, logran lo impensado: arruinar "la vejez a oxidados dictadores" (robando versos a Ismael Serrano) de tal manera que los que no logran ceder a negociaciones para democratizar el país, terminan de vacaciones indefinidas en el extranjero.
Ya han caído Túnez y Egipto, tambalean Barhein (un reino), Yemen y Libia. Y en otros países el terremoto político social dejo daños en la estructuras de poder que traerían grandes mejoras
para que todos los pensamientos políticos que (ojalá) procuren democratizar las naciones y promover la participación de las masas, dirijan su rumbo en beneficio de sus habitantes.
Hasta una nueva edición

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