Como ya estamos en pleno mes electoral, donde las comunas de Chile eligen quienes van a administrar los municipios en los próximos 4 años, me resulta importante llevar a cabo esta reflexión:
Durante este tiempo se dan a conocer una serie de informativos y encuestas en donde se busca inicialmente palpar la voluntad ciudadana para predecir quien va a ganar las próximas elecciones. Generalmente quienes son los favoritos corresponden a los candidatos que denominaremos "oficiales", es decir, aquellos que cuentan con el respaldo de los partidos políticos tradicionales; y que cuentan con todos los medios de comunicación disponibles para dar a conocer sus proyectos y actividades diarias, y a eso hay que sumar una practica propagandística donde el candidato posa en los afiches e imágenes con un "padrino" con miras por un lado a votar por el "ahijado" y de paso posicionar la imagen del "padrino" con miras a las elecciones presidenciales y parlamentarias del próximo año. Ante todo este aparataje comunicacional, las candidaturas independientes deben recurrir a su ingenio y al trabajo a pulso para poder posicionar un nombre que el elector pueda recordar antes de que se lleve una sorpresa al momento de estar con el voto en sus manos.
He revisado en las redes sociales los argumentos que llevan a un elector a preferir a un candidato: "es cercano a la gente" (todos son cercanos cuando quieren su voto), "es simpático" (por simpatía... mejor elijo a un payaso), "tiene buenas ideas" (del dicho al hecho...), "tiene buenos proyectos" (los proyectos se caen si no hay recursos que los ejecuten), "me prometió ayuda para..." (si conocieran el laberinto burocrático que se esconde en los edificios administrativos), en fin: no hay un argumento convincente para inclinar las preferencias hacia una candidatura.
Lo que me preocupa es el manejo de los medios: mucha información y muchas encuestas se dan a conocer por aquellos medios que disponen de los recursos para efectuar dichas encuestas. Por si no sabían, los comandos pueden disponer de recursos para pagar a una consultora con el fin de llevar a cabo una encuesta. Si esta encuesta le es favorable, la publican en todos los medios, mostrándose como eventuales ganadores de las elecciones. Si a eso sumamos las caravanas en donde se recurren a diversos mecanismos truculentos para demostrar apoyo masivo a través de los vehículos reunidos, esto hace creer a la ciudadanía que el candidato tiene apoyo masivo. Dicho esto, en nuestro país es muy evidente que el chileno tiene la manía de ir siempre "a ganador", según lo que diga la prensa y las encuestas que generalmente favorecen a los candidatos de partidos políticos o bloques de alianzas. He ahí la explicación que en nuestro país, aunque los partidos políticos sean lo menos popular hoy en día, siempre ganan los candidatos de los mismos partidos o bloques políticos.
Por eso, y para terminar: antes de tomar una decisión... INFORMESE.
Hasta una nueva edición.
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