miércoles, abril 06, 2011

Textos escolares - colección otoño invierno 2011

Muchos de mis conocidos y contactos saben que soy docente, y que en estos momentos me encuentro  ejerciendo mi labor, por tanto no puedo estar al margen de las ultimas novedades relacionadas con la profesión docente, en especial al descubrirse que muchos textos escolares son utilizados como "catálogos publicitarios" para las grandes empresas. Tal vez los inspirados editores pensaron que con ejemplos de uso cotidiano que podemos ver, leer y oír en televisión, prensa escrita, radios, gigantografías, afiches, lienzos, layers, pendones, chapitas, lapices que se rompen con el uso, tazones, pins, calendarios de bolsillo que duran hasta junio (como los de las campañas electorales) y otros implementos; podían tal vez ser útiles herramientas para el aprendizaje de los jóvenes.
Esto va a traer muchos recuerdos de desafortunados ejemplos usados en textos escolares de años anteriores, como por ejemplo, poner una ventana de chat en la cual aparecían mensajes donde se burlaban de nuestros héroes nacionales; o el caso mas gracioso/ridículo/vergonzoso: la recomendación en algunos textos para que los estudiantes visiten algunas paginas web que en el fondo, y sin verificar el contenido de estas, resultaron  que éstas almacenaban contenido sexual. No voy a mencionar mas ejemplos dado que la memoria es frágil, y no se me viene otro suceso anecdótico relacionado con los libros recomendados por el Ministerio de Educación a la mente.
No cabe duda que tras este detalle, está la intención de promover el consumismo en los niños, más aún si una de las actividades contempla que los niños canten hasta aprenderse de memoria el jingle de una compañía de telefonía móvil. ¿Que importa que las editoriales digan que no reciben dinero alguno por promover las marcas, y que las compañías aludidas no demanden y/o cobren por el uso de las "imágenes corporativas registradas"? En el libre mercado, si te promocionan gratis y ésto tiene éxito, hay que aprovechar.
Lo que si es curioso y peligroso, es el hecho que la publicidad ha llegado demasiado lejos. Los niños están aprendiendo a ser unas bestias de consumo antes de conseguir que comprendan lo que leen.
¿Que queda por hacer? El ministerio dió un paso al promover que las editoriales en el futuro inventen marcas para usar como ejemplo. Así encontraremos libros de estudio plagados de marcas "alternativas" al más puro estilo de los productos importados de China, los cuales solo cambian un par de letras o modifican en photoshop el logo y crean una nueva marca. ¿Y la fiscalización? Razón tienen los colegios particulares pagados de rechazar los textos enviados por el gobierno, para el dolor de los bolsillos de padres y apoderados.
Lo único positivo del tema es que la fértil creatividad del chileno ha hecho de #textoescolar en twitter uno de los temas más creativos y graciosos de Internet.

Hasta una nueva edición

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